El Señor Pablo Mendelevich escribe ayer en La Nación una columna titulada
“Un golpismo explícito lleno las calles de gente”
De entrada ya me parece un tanto sádico
hablar de golpismo desde un medio de comunicación que avaló el golpe militar
del 76 siendo cómplice de esa dictadura, al esconder el avasallamiento de los
derechos humanos y el terrorismo de Estado.
Vaya paradoja!
Remarca la “civilidad” de la marcha del
primero de abril. Ensalzándola como una manifestación colectiva en pos de la
democracia y la República
y, por supuesto, en apoyo al gobierno actual.
Ello en contraste con las marchas de la CGT , docentes, de ambas
CTA, del paro del 6 de abril y
determinados dichos de Cristina Fernandez de Kirchner.
Todo ello configuraría una entente golpista
cuyo motor es el Peronismo y por sobre todas las cosas, lo que Mendelevich
llama el “Kirchnerismo Residual”.
En principio deberíamos discutir a que le
llamamos gobierno democrático.
¿Un gobierno es democrático por el simple
hecho de haber obtenido la mayoría de los votos en segunda vuelta – recordemos
que con una exigua ventaja-?
Cuando los representantes elegidos por el
sufragio de la sociedad gobiernan para un sector muy pequeño de la comunidad,
siendo esta, además, la clase dominante, podemos decir que hay una legitimidad legal
y formal de origen.
Sin embargo, ¿ se lo puede catalogar, rigurosamente,
de democrático?
Los Griegos a este proceso le llamaban la
conversión de Democracia en Oligarquía.
Esta
era y es una de las deformaciones de la democracia y se da cuando los
representantes gobiernan para unos pocos.
O sea, que para que a un gobierno se lo
califique de democrático, no solo deben concurrir los votos, sino que sus actos
de gobierno deben estar dirigidos a las mayoría de pueblo y, en especial, a los
sectores más postergados de la sociedad.
Para que ello o ocurra una de las pautas
fundamentales es la distribución equitativa del ingreso.
Otra pauta esencial es que el conflicto es
el motor de la democracia y la negociación es su forma de canalización.
Si el actual gobierno vitupera y
estigmatiza a los dirigentes, si pone al conflicto como una enfermedad patológica
de la sociedad, está al ¿borde? del autoritarismo. Porque si es así a una patología
hay que combatirla y en términos políticos ello implica reprensión.
De ello ya ha habido algunos ensayos.
Ante todo esto es muy difícil calificar de
democrático y republicano a esta administración.
Esta mucho más emprentado a una Oligarquía
Autoritaria que aquel de democracia.
La simple democracia formal no asegura que
un gobierno sea democrático, para ello debe concurrir la substancia, lo que
varios politólogos definen como democracia sustantiva.
Como buen Macartista Mendelevich,
contrapone a este “buen gobierno” el proceso venezolano – al que seguramente no
conoce en profundidad, salvo lo que dicen los medios hegemónicos- y este sería
la aspiración del “ Kirchnerismo Residual”.
Pone en boca de Nestor Kirchner y de Cristina
Fernandez esa aspiración.
Recordando una frase del ex presidente “Nos
dicen Kirchneristas para bajarnos el precio, nosotros somos peronistas”.
Manipulando lo que fue el apoyo que en su
momento tuvo el proceso venezolano por Nestor Kirchner y Cristina Kirchner
pretende hacer un panegírico de sus pensamientos.
El Peronismo desarrollado por el y la ex
presidenta de la Nación ,
simplemente, una continuidad histórica de los Gobiernos de Perón entre 1946 y
1955, hablando de golpes a gobiernos democráticos.
El Peronismo no necesita abrevar, tener
como espejo ningún ejemplo de países hermanos.
El Movimiento Peronista tiene sus propios
principios y doctrina que le alcanza y le sobra para hacer de ello un gobierno
sustantivamente, democrático.
Si alguien ha sufrido los golpes de Estado
ha sido el Peronismo, sufrimiento en forma literal.
En Junio de 1955 el Almirante Rojas
bombardeo Plaza de Mayo. Murieron casi 500 trabajadores y más de mil resultaron
heridos.
El golpe de estado de septiembre de aquel
año no solo proscribió a Peron, sino que lo hizo con el peronismo.
Este tenía vedado participar de cualquier
elección, proscripción que se mantuvo hasta 1973 (18 años de proscripción, lo
que incluye al gobierno de Arturo Ilia que pareciera ser la “santidad” democrática,
sin embargo mantuvo esa proscripción)
En la dictadura de Rojas y Aramburu, se encarceló
a más de mil dirigentes sindicales, Felipe Vallesse con 21 años se convierte en
el primer desaparecido de las fuerzas represivas.
El peronismo no se podia, ni se podían
siquiera nombrar las palabras peronismo, Perón o Evita, obviamente, como ya lo
he manifestado, no se podía presentar a elecciones.
Tal es así que cuando en Alianza Andrés
Framini ganó las elecciones a gobernador de la provincia de Buenos Aires, la
misma fue anulada.
Todo aquel que se identificaba como
peronista era perseguido, encarcelado o reprimido o reprimido y encarcelado.
Con el golpe del 76 se inicia la etapa más
nefasta de nuestro país donde treinta mil desaparecido fueron el saldo
primario, alguno de estos militantes, otro dirigentes sindicales, delegados de
empresas, estudiantes y de todas las profesiones que en su gran mayoría eran
peronistas.
Para salirnos de duda de cierto relato
tergiversado. ¿Eran Guerrilleros? El que contesta a esta pregunta es el propio Jorge
Rafael Videla en la Navidad
del 75.
En un discurso al “Pueblo Argentino”,
manifiesta que la guerrilla está aniquilada y que solo resiste un pequeño foco
en Tucumán – raro que la comunicación de esto la diera el general Videla y no la Presidenta de la Nación que
constitucionalmente era la Jefa
de las Fuerzas Armadas -.
Esto implica que el golpe ya era un hecho y
que la fecha del 24 de Marzo fue una formalidad para que se practique la toma
del formal delpoder político.
Si la mayoría de las desapariciones fueron
entre el 76 y el 78, tal como se exponen en los documentos desclasificados del
Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica, evidentemente,
los desaparecidos no fueron guerrilleros.
Sin embargo ni La Nación , ni Clarín, ni Pablo
Mendelevich denunciaron lo que estaba pasando.
Es más Mendelevich fue columnista de las
revistas Redacción y Confirmado.
La primera de ellas el 24 de Marzo de 1976
tituló “Se acabo la pesadilla”.
Mientras que “Confirmado” fue uno de los
medios que ayudó a derrocar a Ilia.
Uno de los gobiernos que Mendelivich
menciona para poner al Peronismo como un movimiento golpista.
Todo muy democrático en la vida del columnista.
Es algo así como que el Lobo hable de lo
buenas que son las ovejas.
Hoy hablan de golpismo, cuando desde la
cuna fueron golpistas.
Y por qué hablan de golpe?
Porque precisamente los que están
gobernando son la pata civil de la dictadura del 76, o sus descendientes o
aquellos que no lo dicen pero se sabe que están de acuerdo con esa tremenda,
terrible etapa de nuestra historia. Lo
que, por supuesto, incluye a Mendelevich.
Asimismo enfrentando a las manifestaciones
populares, con la reducida plaza del 1ro de abril que al lado de aquellas no
dejan de ser una anécdota y no una plaza formidable como pretende el Señor
Pablo Mendelivich.
Todo esto sigue teniendo el trasfondo de
Civilización y Barbarie, reeditado desde Sarmiento siglo a siglo por la minoría
acaudalada de esta sociedad y esa es precisamente, la verdadera grieta.
Carlos Luis Robinson Marin
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