En general la discusión del
derecho de huelga se basaba, en que como todos los derechos, no es absoluto, sino
que habría que reglamentarlo – visión con la que no concuerdo -.
Si bien, en algunos momentos se
insinuó su vetustez, ello nunca pasó de ser anecdótico.
Sin embargo, en estos días viene
habiendo una escalada sobre esta herramienta sindical en cuanto que es una
medida que se encuentra envejecida, fuera de toda actualidad, ineficaz y
perjudicial para la sociedad. Algunas de las personas que así lo han
manifestado son el Presidente Mauricio Macri; la Vicepresidenta Gabriela Michetti y el Ministro de Trabajo Jorge Triaca.
Basados en una supuesta modernidad,
descalificando al movimiento obrero cuando lo trata de mafia, el paro se
supondría una conducta patológica de la sociedad, una anomalía de la misma que
como patología y anomalía hay que erradicar en un contexto social “moderno” –
concepto este último que no define nada por sí mismo –
Esta idea de la "anomalía patológica" es propia de los regímenes autoritarios, puesto que al ser una conducta irracional
debe ser desterrada de una forma u otra – esto de una “forma u otra” por
supuesto y por sobre todas las cosas incluye la represión -.
Un gobierno que en las formas
dice ser dialoguista nunca descartaría la dinámica del conflicto y los derechos que de allí emanan., pero que en los hechos es sordo y mudo,
El conflicto es inherente al
juego democrático, le otorga cierta sustancia y, dentro de esa dinámica el
derecho de huelga estará siempre latente.
El conflicto no es otra cosa que
la manifestación, en general, de dos posturas distintas, no deja de ser en el
fondo la discusión entre dos visiones que pueden ponerse de acuerdo mediante el
diálogo sin que haya medidas de acción directa o puede ser que se necesiten
diversas acciones – entre las cuales está el paro - para sentar a la otra parte
a dialogar y tratar de sentar las posturas con el afán de poder
llegar a un acuerdo sobre tales posiciones.
El Gobierno de Mauricio Macri no
dialoga, hace que dialoga para las cámaras de televisión y los demás medios de
comunicación, ante ello resulta muy difícil la resolución de cualquier conflicto.
Es lo que ha ocurrido con los
docentes, en vez de hacer honor a ese diálogo que propone, fogonea aún más el
conflicto: trata a sus dirigentes de corruptos; a los trabajadores de la
educación de vagos; ofrece cifras de aumento irrisorias que el mismo gobierno sabe que son
inaceptables; la justicia le debe decir que tiene que cumpla con la ley para
que se abra la discusión salarial a nivel nacional; subestimando tanto a los
maestros como a los demás sectores que entran en conflicto, ya sea laboral o
social, argumentando que van por el “chori u la coca”.
Asimismo, entra en un macartismo – esto sí es vetusto – "intimándolos" a que revelen su filiación política, hasta llegar a que sea una conducta antisindical; tal como lo es tratar de utilizar pasantes o hacer diferencias de ingresos entre los que van a la huelga y los que nno
Asimismo, entra en un macartismo – esto sí es vetusto – "intimándolos" a que revelen su filiación política, hasta llegar a que sea una conducta antisindical; tal como lo es tratar de utilizar pasantes o hacer diferencias de ingresos entre los que van a la huelga y los que nno
Todo ello no es porque el paro
sea una herramienta envejecida, sino que es una posición de clase.
A esto viene que hay otro
concepto que no ha enmohecido - pero así lo quieren instalar los sectores dominantes – que es la lucha de clases.
Esta sigue y seguirá presente,
mientras la sociedad vaya en camino a una más que importante inequidad.
Y porque la lucha de clases no ha
“encanecido” porque ello se palpa día a día y, más aún cuando hay un gobierno
que se presenta como liberal a ultranza.
¿Sino que es el conflicto
docente?; ¿Qué es el conflicto de Cresta Roja?; ¿Qué es el conflicto de
SANCOR?; ¿Qué es el conflicto de Volkswagen? ¿Qué es la puja salarial y de
condiciones de trabajo?, podría seguir enumerando cosas pero este artículo se
haría demasiado extenso.
Y ante ello la respuesta de los
trabajadores puede ser muy variada.
La huelga como derecho es muy amplia
y comprende distintas medidas – desde una volanteada hasta la toma del lugar de
trabajo – medida esta última que la justicia ha avalado sino se producen daños
a la propiedad –
Por supuesto el paro es una de
esas medidas: Es una herramienta vieja? Sí porque los trabajadores la han
utilizado desde los albores de la instalación del capitalismo.
Es una herramienta vetusta? No,
para nada y en general, la puja salarial se ha definido y se define con alguna medida de
fuerza de por medio, incluyendo entre ellas el paro.
La Asociación Bancaria tuvo un
conflicto con el Banco Central por el despido de 40 trabajadores, la entidad
sindical recurrió a varias medidas de fuerza, entre ellas el paro. Así se logró
la reivindicación de los puestos de trabajo.
El mismo sindicato resolvió la
puja salarial con varias jornadas de paro.
Si fuera vestusta, desfasada en
el tiempo, inapropiada. Como es que resuelven tantos conflictos, con dicha acción directa ?
Cualquier medida de fuerza es válida
y no vetusta. Son las organizaciones sindicales las que deciden cual es la
mejor herramienta a utilizar ante un conflicto.
Ni el Presidente de la Nación; ni
la Vicepresidenta; ni el Ministro de Trabajo, ni ninguna persona extraña al
movimiento obrero puede decirles que herramienta utilizar:
Al degradar tal medida, por elevación se les está diciendo cuales son las acciones a utilizar: No al paro; no a los piquetes y después? No a las medidas de acción directa?.
Al degradar tal medida, por elevación se les está diciendo cuales son las acciones a utilizar: No al paro; no a los piquetes y después? No a las medidas de acción directa?.
Esta es una concepción
autoritaria, de regímenes autoritarios.
Así trataban al derecho de huelga
las distintas dictaduras que pasaron por el país, así trataba a la huelga el
fascismo; la falange y el nazismo.
Esta actitud de estigmatizar a
los sindicatos, a sus dirigentes y por supuesto a las medidas de fuerza, no
solamente es una conducta autoritaria, sino que remite a Civilización y Barbarie, nuevamente.
La democracia del PRO es muy
particular: La democracia viene marchando!!
Black Canary
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