El debate sobre el tema tarifario
contiene varias zonceras las que trataremos de ir decantando, sin que ello
signifique que su orden tenga alguna prioridad:
Sin aumento de tarifas no hay inversión:
Ello sólo puede ser así, si
obviamente se quitan los subsidios al sector energético, direccionado a que las
familias e, inclusive, el sector productivo tengan que abonar una tarifa menor.
Entonces sí el aumento de tarifas
puede – y solo puede – llegar a redundar en inversión posterior.
Sin embargo, para la dinámica
empresarial, previo a la inversión está la rentabilidad y, dependiendo de cual
fuere la voracidad empresaria – la que en nuestro país es hipersensible – habrá
posibilidad de inversiones.
Esto hablando, por supuesto,, de
las empresas ya instaladas, las que en sus balances dicen haber invertido, en
un promedio de $ 400.000.000 por año.
Todas las empresas aluden al
retraso tarifario pero, ¿Cómo se entiende que si EDESUR S.A. ha invertido la
suma que hemos referido, precedentemente, y ha tenido una utilidad en 2015 de $
1.342.000.000 o EDENOR S.A. que también, ha denunciado en su balance
inversiones por encima de las realizadas por EDESUR S.A. haya tenido utilidades
en el 2015 por $ 1.142.000.000?
¿A QUÉ SE ESTARÍA LLAMANDO RETRASO TARIFARIO?.
Claro está que aquí habría que
investigar qué pasó con el dinero que las mismas empresas denuncian, en sus
balances, que han invertido y cuáles han sido el resultado final de esas obras
de inversión, porque a la luz de lo acaecido en los últimos tiempos parecen no
verse los resultados.
Sin perjuicio de ello y, tomando
como cierto lo manifestado en los balances en estos últimos doce años, donde prácticamente,
no ha habido aumento tarifario; ha habido inversiones y también ha habido
ganancias empresarias.
Porque más allá de las quejas de
las empresas de servicios públicos a la comunidad y, sacando ya la década del
90 en la cual se instalaron: ¿cómo pueden ser que estas empresas –
multinacionales en todos los casos – aún se queden en el país si no obtienen
ganancias y/o utilidades? ¿No vamos a creer a esta altura del partido que son
emprendimientos altruistas?.
Esto da por tierra que los
subsidios estructurados en la “pesada herencia” no compensaran tarifas, así
como según los balances empresarios que no se hicieran inversiones.
Pero a ello hay que sumarle
además las inversiones hechas desde el Ministerio de Planificación que,
efectivamente, se hicieron, pero eso sería parte de otra nota.
Por otro lado se habla de nuevas
inversiones, en términos de nuevos emprendimientos empresarios, no ya de
aquellos que tienen su capacidad instalada, o sea que el aumento de tarifas
haría más atractivo la inversión en el país de nuevas empresas.
Pero: ¿Qué nuevas empresas? ¿Se
van a abrir las áreas de concesión? ¿Se permitirá que nuevas empresas compitan
con EDENOR; EDESUR; EDELAP; o con GAS NATURAL BAN o METROGAS?
La única forma que te puedan
decir estas cosas es que, precisamente, jueguen con tu ignorancia de cómo funcionan
los servicios públicos y cuál es la posibilidad de estructura empresaria en
ellos.
Sin aumento de tarifas hay caos, inflación y el “apocalipsis”.-
Lo peor de esta máxima liberal no
es que es una gran mentira, sino que además esconde sobre sus hombros, lo que
la mayoría de los chantajes liberales esconden: la transferencia de riqueza a
los sectores dominantes.
Por qué?
En primer lugar, los mal
denominados “ajustes” en clave liberal significan que los sectores medios y de
bajos recursos soporten las estructura social sobre su espalda.
Ello implica una decisión política
clara de en quien debe recaer el peso de salir de una crisis o de ejecutar un
plan de crecimiento – crecimiento económico, no significa en sí mismo mayor
empleo, ni una mejor distribución del ingreso -.
Esto tiene como consecuencia que
siempre hay una opción alternativa a una decisión política de ese tipo o de
cualquier tipo, no hay determinismos económicos, hay decisiones políticas que
determinan el destino económico de un país.
Lo perverso de esta “máxima” es
que, como se ha visto en la práctica, la sociedad estuvo más cerca del caos con
el “ajuste” en las tarifas que sin él.
Que además un ajuste de ese tipo
genera inflación directa e indirecta – sin entrar a hablar de cierre de
pequeñas y medianas empresas, desocupación y otras nefastas consecuencias -.
Inflación directa porque un
aumento de tarifas de ese tenor impacta de lleno en el índice de inflación e, indirecta porque repercute en mayores
costos de las empresas y estos se trasladan a los precios que, obviamente,
aumentan el índice inflacionario.
Es muy rara la lógica liberal!!!
Cuando se quiere justificar la ecuación mayores ingresos a los sectores de
mayores recursos, con frotar la uña con agua se cae el esmalte.
El fallo de la Corte es un acto de “justicia” y un “cachetazo” al
Gobierno.
Aunque el fallo puede tener varias lecturas políticas y, con
él, cada uno puede llevar agua para su molino, lo cierto es que:
a)
La sentencia, no ahonda en la cuestión de fondo –
si el aumento es justo ó no, porque para la “justicia” ese es un problema
político –
b)
Es una decisión que se basa en la legalidad
formal – no se hicieron las audiencias –
c)
Solamente abarca a los consumidores
residenciales.
d)
Lo único que demanda es la realización de
audiencias públicas.
Consecuentemente con
ello, si bien anuló el “tarifazo” a los consumidores residenciales, lo hizo por
una cuestión formal y no por una razón de fondo.
Ello quiere decir que
lo que la Corte ha dicho es que: “Si quieren aumentar las tarifas tienen que
cumplir con las formalidades de la ley, sino no son válidas”
¿Deslegitimó la Corte
al gobierno?
Sí y no.
Sí porque le dijo “de
esta forma no procede”, pero al mismo tiempo como no se pronunció, ni se va a
pronunciar por la cuestión social que implica el aumento de tarifas, se impone
que una vez cumplido el requisito formal, el aumento de tarifas estará
totalmente legitimado en términos legales.
Al mejor estilo “Hijo
de Pierri” la Corte Suprema de Justicia le dijo al Gobierno de Cambiemos: “Boludo!!
hacé las cosas bien” y de paso, le descomprime un poco el escenario político
candente que venía en alza.
Muy por el contrario a
lo que muchos creen, la Corte ha sido – probablemente lo sea en todo su mandato
hasta que vaya viendo cambio de vientos – el mejor asesor que tuvo en el tema
tarifas y, el mejor “Ministro” en ejecutar las acciones en pos de conseguir el
objetivo del aumento.
Ningún acto de “Justicia”,
mucho menos un “Cachetazo”.-
Tarifas y el debate de fondo:
Pero la “zoncera” más
grave está como siempre en el fondo de la cuestión.
El debate aumento de
tarifas sí, aumento de tarifas no, aumento de tarifas gradual o más o menos,
esconde una discusión más profunda.
La lucha CONTRA un
modelo liberal – y resalto contra porque es mentira que vengan siquiera a “derramar”
algo, sino por el contrario a concentrar riqueza y Capital - es la lucha por
una sociedad justa, libre y soberana.
Es oponer un modelo que
haga de lo colectivo, de lo solidario, de lo distributivo, de lo social, de lo
comunitario una meta en común.
Para un modelo liberal
como el que hoy gobierna el país la tarifa de un servicio público es un bien de
mercado y es ahí cuando la discusión en realidad se acaba.
Cuando aceptamos que la
luz tiene un precio que es un bien de mercado, que el gas tiene un precio que
es un bien de mercado; que el agua tiene un precio que es un bien de mercado;
que las telecomunicaciones tienen un precio que son un bien de mercado; que los
pasajes de subte; tren y colectivo tienen un precio que son un bien de mercado
o sea, que los servicios públicos esenciales son bienes de mercado, es allí
donde hemos perdido la batalla.
Batalla que,
obviamente, hasta el momento venimos perdiendo desde el momento mismo en que
esos servicios se encuentran privatizados y, el Estado cada vez le otorga más
poder a las empresas concesionarias.
Batalla que venimos
perdiendo porque no damos el debate de fondo sobre si estos servicios deben ser
bienes de mercado – como lo son hoy – ó deben ser bienes sociales que el Estado
debe hacerse cargo para que los mismo sean lo más barato posible y que, no
representen una carga sustancial en el bolsillo de los trabajadores, aún cuando
en esa concepción se favorezca también a sectores de altos recursos.
No es un debate que
atrasa como nos quieren hacer creer, es un debate más que necesario.
¿Importa, realmente,
como son las tarifas en otros lugares del mundo? ¿Es estar inserto en el mundo
que las tarifas de los servicios esenciales sean altas?
¿Alguien, prudentemente
razonable, puede contestar ello afirmativamente?
Nos quieren hacer creer
que “La Grieta” es un invento kirchnerista, sin embargo mientras haya
concentración del Capital, es imposible que no haya grieta porque el Capital
tendió a concentrarse desde su inicio – por eso el sistema previó desde su
comienzo el delito de asociación ilícita para los trabajadores que se agruparan
para hacer reclamos -.
“La Grieta” es ínsita
al Capital, es un “invento” del sistema capitalista, la grieta no es otra cosa
que la lucha de clases y se manifiesta en cada movimiento de los modelos
liberales y el tema de los servicios esenciales, por supuesto, no escapa a esta
dicotomía.
Quizá, si nos ponemos a
pensar un poquito el lema PRO “En todo estás vos” es muy cierto y muy real.
El problema se centra
que “ VOS” podés estar soportando todo el peso de la sociedad para la utilidad
de los sectores dominantes – Modelo Liberal, Modelo Cambiemos, Modelo PRO – ó “VOS”
podés estar en la puja de conseguir más y mejores derechos – Modelo Nacional y
Popular; Modelo Social -.
En “TODO ESTÁS VOS”,
pero las consecuencias de tu opción política no sólo ejerciendo el voto, sino
en la construcción social y política hará que “VOS” seas peón o Alfil.
Black Canary
Sin desperdicio, total coincidencia.
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ResponderEliminarMuchas Gracias compañero. Y gracias por tomarte tu tiempo para leerlo!!!
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