jueves, 26 de mayo de 2016

Zonceras Liberales Presenta: SINCERA “MIENTO”

Hemos dicho ya en otras oportunidades que la usina liberal pone en marcha eufemismo para darle un supuesto sustento lógico a su discurso único determinista, autoritario, antidemocrático con fatales consecuencias. Esos eufemismo el maestro y “cabrón” Don Arturo Jauretche los denominaba “zonceras”

En este sentido una de estas creaciones es “EL SINCERAMIENTO” que por esas casualidades o causalidades de la vida el término, si lo separáramos culmina con la palabra “miento”.

Así para justificar una “terrible” crisis “heredada” que no podría tener otra solución que un gran ajuste lo que había que hacer era “sincerar” la economía.

Y que era (es) sincerar la economía: 1) Devaluar el dólar - 2) Aumentar en forma geométrica las tarifas - 3) minimizar las paritarias - 4) achicar el Estado – o sea echar trabajadores del Estado -  5) Abrir importaciones perjudicando a las pequeñas empresas – 6) Reducir como consecuencia el mercado interno – 7) Generar mayor desocupación -  8) Generación de más pobreza – 9) Transferencia de Recursos a los sectores dominantes, produciendo una brecha de mayor desigualdad entre ricos y pobres, asi como reducción de la denominada “clase media”.

A esto el partido liberal de la Argentina le llama sinceramiento que no es otro cosa que las políticas liberales de siempre, de toda la vida.

A estas políticas que tienen mucho más de doscientos años le llaman, evolución, modernismo – sinceramiento -.

Según el diccionario de la Real Academia Española sincerar significa: “Hablar sinceramente con alguien, especialmente, contándole algo que se mantenía oculto”.

Y, hablar sinceramente es hablar libre, sin fingir.

Entonces claro, según esto, la sociedad Argentina estuvo subsumida detrás de un velo de fantasía que escondía detrás del mismo todas estás “verdades” que sí o sí tenían que salir a la luz.

Pero esto era indefectiblemente así? El único camino era el “sinceramiento”? Que me están diciendo, que la única vía para las soluciones de un país son las políticas liberales? Es el “sinceramiento” ese término que, supuestamente, significa puereza, honestidad y veracidad? O por el contrario es, este “sinceramiento” un “sincera” “MIENTO”? ¿Realmente estábamos en una crisis en el gobierno anterior? ¿Estábamos en el camino equivocado o lo que, efectivamente faltaba, era una mayor profundización hacia una patria nacional y popular?

El “famoso” sincera “MIENTO” no es ni más, ni menos que una mera opción de un camino político, económico y social a seguir. No es otro cosa que ello.

No es que era imposible hacer otra cosa, sino que “Cambiemos” fiel a su concepción ideológica – no, por supuesto, a lo prometido en campaña – esgrime un plan de gobierno liberal a ultranza donde, obviamente,  los sectores más beneficiados son y serán los dominantes.

Las medidas sociales serán, en caso que las haya, las mínimas indispensables para ver si con ellas si puede ir conteniendo el conflicto social pero sino, habrá represión porque este modelo no es para atender las necesidades populares y así lo ha anunciado con sus medidas en estos cinco meses. El veto de la denominada “Ley Antidespidos” es un claro ejemplo.

El sincera “MIENTO” esconde detrás de su concepto el determinismo fatal de una crisis tal que es imposible de responder con otras medidas que no fuesen las tomadas por este gobierno porque se encontró con un “desastre”.

¿Con qué desastre se encontró?

El mismo gobierno de Mauricio reconoció que el país en el año 2015 el país creció 2,7%; a su vez tambíen reconoció un desempleo del 5,9%; el déficit fiscal, finalmente, no fue del 7% sino del 4,5%; tampoco el empleo privado estuvo estacando sino que siguió creciendo, a un ritmo inferior que otros años, pero siguió creciendo. El país estaba en una crisis? No. La crisis la inició Cambiemos con sus políticas liberales.

Era necesaria la devaluación del dólar? Es una cuestión opinable, pero seguro lo que no era necesario era la quita de retenciones tanto a la minería como a los sectores del campo, se podía analizar caso por coso a ciertos sectores y ciertos productores de las economías regionales, pero tampoco a todos. No por el solo hecho de ser una economía regional esta no funcionaba o más bien dicho su circuito económico no funciona.

Respecto del “retraso del dólar” reitero es una cuestión discutible. Retraso con respecto a qué? Era, realmente, bajo un dólar a $ 9,75? Por qué? Y sí lo era, lo cierto es que su alza no puede estar librada al llamado “mercado” y podría haber habido un dólar ahorro – este sí podría haber estado atado a lo que el mercado marcara –; un dólar exportador regulado por el Estado y un dólar importador para bienes de capital subsidiado y anclado en $ 9,75. Las otras importaciones supeditadas a la sustitución de importaciones o sea con la autorización de la Secretaria de Comercio y a precio dólar ahorro.

Era necesario el aumento de tarifas ? Por qué?

Después del tremendo aumento de tarifas operado por el sinceramiento alguno escucho algún plan de inversiones de las empresas? Aumentos que fueron del 400 al 900% en algunos casos.

No, ninguna empresa anuncio plan de inversiones y sus dirigentes (esto de llamarlos CEOs es otra yanquilandiada) manifiestan que aún falta.

En los doce años de Gobierno Kirchnerista alguna empresa de servicios fundió? No, no cierto? Raro no? Si tenían las tarifas taaaaan atrasadas, ¿como hicieron para subsistir? Se ve que con los subsidios no les iba tan mal. Es más la mayoría de ellas tenían balances positivos con bastante ganancias como para invertir.

Con ese subsidio del gobierno los trabajadores no tenían mucho problema en pagar luz, gas, telefono, viajar, etc.

Cuando me habla de la desigualdad con muchas de nuestras provincias, yo me pregunto: que era lo que estaba mal? Lo que hacía Nación o lo que hacían las provincias?

Está claro además que si abro en forma indiscriminada las importaciones no alimento la famosa competencia, sino lo que hago es destruir el mercado interno. Ya sabemos que la industria textil, el calzado, la juguetería – todas actividades que habían repuntado muchísimo en estos doce años – son  las primeras víctimas, pero también la industría del plástico, la metalúrigica y así se va desplegando un espiral vicioso sin fin.

Quienes son los que más pierden con ello? Los trabajadores.

Primero porque todo ello genera desocupación, esa desocupación genera incertidumbre y temor en aquellos que están ocupados, este estadío genera a su vez una suerte de inmovilismo en el colectivo laboral y va mellando los lazos de solidaridad, causando asimismo una especie de disciplinamiento social, lo que conlleva a la precarización y flexibilización laboral ya sea jurídica, si el espacio y ambiente político da para ello o sino de hecho porque ese disciplinamiento lo permite.

La desocupación, el temor y, de no quedar otro remedio, la represión, son funcionales a este modelo liberal que se pretende.

Todo esto quiere significarse con el sincera “MIENTO”,  o sea no hay otro destino. Disfrazado de un determinismo inevitable para imponer las políticas liberales sí o sí.

Ello implica que sólo cabe en política una sola opción, no hay otra, o sea, en realidad no hay opciones lo que transforma al liberalismo y, por ende a este capitalismo salvaje en la única oportunidad mundial donde sólo sobrevive el más apto y, el más apto es aquel que tiene mayor capacidad para concentrar capital.

Como podemos apreciar no hay lugar para los sectores populares esto es lo que esconde el sincera “MIENTO” que, en realidad, tiene poco de sinceramiento.

Es un discurso y la aplicación en tiempo y espacio de una política única universal y como tal, totalitaria, por ende, antidemocrática aunque se pretenda “democrática”.

Al capitalismo y al liberalismo no le interesa cual sea el sistema político que impere para imponerse si este le es funcional para imponerse.

Puede que ser la democracia formal, puede ser un califato, puede ser una dictadura, puede ser cualquier sistema. Capitalismo y liberalismo no son sinónimos de democracia sustantiva, mucho menos de libertad.

El término sincera “MIENTO” suena serio, importante, responsable a los oídos, pero que en boca de liberales como los que componen la coalición “Cambiemos”, acordate bien concluye con “MIENTO”.

Es un deber jauretchiano de todo militante ir destruyendo las zonceras liberales que nos van sembrando por el camino.


BLACK CANARY

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