El proyecto político que se ha
instaurado con el arribo a la presidencia de la nación de Mauricio Macri ha
repuesto un proyecto liberal en el cual, además, parece haber ganado el ala más
dura de ese proyecto.
Aunque aún no se ha desplegado en
todo su potencial, lo cierto es que ya se han tomado medidas de fuerte impacto
económico, político y social que tienen en vilo a los sectores populares.
La liberación del dólar va
produciendo día a día una fuerte devaluación respecto del momento de la
asunción por parte del nuevo gobierno y, al día de la confección del presente
artículo ya se encuentra a las puertas de los $ 16,00 (15,90).
Desgraciadamente, nuestra cultura
que aun sigue siendo la de una cultura dependiente, le da al dólar una
preponderancia tal – amen de tener una economía trasnacionalizada – que hace que dicha moneda extranjera siempre impacte en los precios internos, cuando sube
claro, porque cuando baja, los precios no se reacomodan en esa dirección.
Ello no queda allí, no sólo que
el aumento del dólar genera aumento de precios, sino que además devalúa la
propia moneda y eso tiene impacto en los salarios, puesto que los mismos se
desvalorizan a medida que el dólar aumenta y los precios crecen.
La quita de subsidios y los
aumentos de tarifas de luz y gas ponen otro escollo más a la economía familiar; de los trabajadores y de la pequeña empresa.
Muchos dicen: “En ningún lugar
del mundo se pagaban esas tarifas” – Rogelio Frigerio entre ellos - ¿Y? ¿Por
qué habría que pagar lo mismo que en otras partes del mundo? ¿Por qué no se
puede tener una política de Estado distinta y mantener a la energía como un
bien social, aún cuando se tenga que beneficiar a un minúsculo grupo que puede
pagar más?.
¿Por qué, por ejemplo una pequeña
empresa de 50 trabajadores, de la actividad textil tiene que pasar a pagar de $
4.000,00 a $ 17.000,00 la energía?. No la estoy empujando a que cierre? Y si aparte le estoy abriendo la importación de ropa, no la estoy empujando a que
cierre?
Estos son ejemplos unitarios, particulares, pero que se van multiplicando. No son la “pesada herencia” nunca hay un solo
camino a tomar, son opciones políticas y las opciones políticas tienen
consecuencias.
El camino que eligió este
gobierno, las consecuencias las padecen los sectores populares, no las padecen
los sectores dominantes.
Podemos seguir profundizando en
las políticas. El pago a los fondos buitres es otra de ellas - y más allá de la
discusión de si está bien o está mal - lo cierto es que lo seguro que está
mal es que, si el fondo administrado por Paul Singer reclamaba 1350 millones de
dólares y se les ofrece 4.500 millones de dólares hay algo que no cierra.
¿Pero como se paga en este caso
el 100% y más, atento que la deuda reestructurada por Nestor Kirchner estaba
sometida a la clausula pari passu?
Así, la Argentina automáticamente,
entra en una contingencia tremenda con el 93 % de los acreedores. ¿Llamará por
esto Bonadio a indagatoria al Presidente Macri, a Prat Gay y compañía? Esto es
hipotecar el país por cientos de años.
Podrán decir que la clausula Rufo
venció en diciembre de 2015. ¿Pero quién le garantiza al pueblo argentino que
no aparece un “Griesa” por ahí dándole la razón aquellos que se acogieron de
buena fe a una reestructuración y ahora se sienten damnificados?
Y, a decir verdad, desde cierto
punto de vista lógico jurídico tendrían mucho más razón estos últimos para
reclamar que el 7% que lo hizo ante
Griesa.
Asimismo, se han despedido ya
casi treinta mil trabajadores del Estado, hay cincuenta mil trabajadores del
sector privado despedidos, hay otros veinte mil en conflicto y, esto es lo que
se conoce oficialmente y que día a día aumenta.
El Ministro de ¿”Modernización”? ya
manifestó que iba a haber otros 25.000 despidos en el Estado, los cuales ya
están marchando con, por ejemplo trescientos en la Secretaría de Comercio,
setecientos en la Superintendencia de Riesgos de Trabajo y, la cuestión es
despedirlos, no hay programas de reconversión de ningún tipo.
Aerolíneas tiene pensado reducir
un treinta por ciento su personal, pero a su vez reducir su capacidad
operativa, lo que implica perder conectividad no sólo internacional, sino
nacional.
Queda claro con todas estas
medidas que la idea económico, política y social es bajar la inflación por
medio de la recesión, perjudicando a los sectores populares en quienes reposa
el “combate” de la economía argentina, los sectores dominantes sin ningún tipo
de presión navegan y se posan sobre los hombros de los trabajadores.
No es un slogan vacío cuando se
dice que este modelo no cierra sin represión.
Hay sobrados ejemplos: el primero fue Cresta
Roja; después la Municipalidad de Junín; después La Municipalidad de la Plata;
más tarde los chiquitos de la murga 1-11-14; un incidente confuso en el
asentamiento en Merlo - algunos dicen por drogas, otros peleas entre bandas - fue
la excusa para que las topadoras arrasaran con todo el asentamiento no
importando la situación de sus pobladores, seguro que se me quedan algunas
represiones en el camino.
¿La ultima? La represión de los
Bancarios el 1ro de Marzo de 2016 que marchaban al Congreso, mientras el propio
presidente hablaba de diálogo y concordia en el Congreso.
Sin embargo, el 24 de Febrero de
2016 asistimos a un paro y movilización de trabajadores estatales donde en
Plaza de Mayo hubo entre 50.000 y 70.000 personas dependiendo la fuente que se
consulte.
Una movilización muy, muy grande
para un gobierno que en ese entonces tenía 74 días de administración.
Es un llamado de atención más que
importante o, por lo menos debería serlo. El tema es quien recoge el guante
dentro del gobierno, si los “halcones” o las “palomas” – que están demostrando ser muy, pero muy pocas -.
Está claro que hoy gobierna el
ala dura y eso trae aparejado un grave problema porque, el avance de los
sectores liberales conservadores impone un gobierno de corte más autoritario,
como consecuencia de la transferencia de riqueza diferenciada a los sectores
dominantes.
El desempleo, si bien hay mucho
ya en el sector privado, se siente mucho más en el sector
público, pero el impacto económico de este se va a empezar a sentir pasado
mitad de año o quizá pasado el segundo trimestre del año.
En este camino hay varias señales
problemáticas: 1) Los trabajadores están dando muestras, ya hemos mencionados
conflictos párrafos más arriba de no tener mucha paciencia cuando se juegan sus
fuentes de trabajo; 2) Han dado muestra de su capacidad de movilización; 3) El
Estado también da muestras de ir al choque; 4) El llamado protocolo es una
muestra clara de ello que si bien no se utilizó el 24 de febrero, si se utilizó
con los bancarios; 5) La aprobación y validación de la utilización picana
eléctrica moderna – las pistolas taser - por parte de la Corte Suprema de
Justicia de la Nación, también es una señal de los tiempos por venir y 6) –
aunque podemos seguir enumerando – La aparición de Jaime Stiusso en el programa
Intratables de ayer amenazando impunemente a Moreno Ocampo, no deja de ser otra
señal.
Esto indica que la profundización
del proyecto liberal impuesto nos marca un camino hacia la profundización de un
modelo más autoritaro, quizá vaya marcando el camino para una “democracia”
fujimorizada o una bordaberryzación del gobierno y, esto va ir dependiendo de
la resistencia de los trabajadores, de la calidad y cantidad de la resistencia,
así de como se define la interna halcones y palomas dentro del gobierno y el
contexto internacional tanto en la región como en los EEUU.
Una cosa será si ganan los
demócratas y otra será si ganan los republicanos, pero si dentro de los
republicanos encima ganase Donald Trump, podríamos estar muy cerca de una
fujimorización, de una bordaberryzación e incluso de un golpe de estado de
estilo tradicional.
Si bien es cierto que el Gobierno
de Cristina Fernández de Kirchner a mi criterio, no supo aprovechar el impulso
que le daba, en su momento, el 54,11 % de los votos para profundizar el proyecto nacional y
popular, avanzando en políticas concretas en favor de los sectores populares.
No es menos cierto que el 13 de abril hay que hacer una demostración de fuerza importante acompañándola al juzgado de Bonadio.
No tanto por la persona de Cristina, que por supuesto es valiosísima, sino como demostración de fuerza de poder popular.
Si los sectores populares nos paralizamos, o no damos respuestas contundentes, la democracia será simplemente formal, pero no una democracia real, sustantiva con contenido.
La democracia no empieza con el voto, recién hay democracia cuando la distribución del ingreso comienza un proceso igualador y la participación de los sectores populares en las políticas de Estado se ponen al servicio de un proyecto nacional.
No hay democracia con un gobierno liberal, podrás guardar la formalidad de tal, pero el autoritarismo es su salida inmediata, mediata y a largo plazo.
No es menos cierto que el 13 de abril hay que hacer una demostración de fuerza importante acompañándola al juzgado de Bonadio.
No tanto por la persona de Cristina, que por supuesto es valiosísima, sino como demostración de fuerza de poder popular.
Si los sectores populares nos paralizamos, o no damos respuestas contundentes, la democracia será simplemente formal, pero no una democracia real, sustantiva con contenido.
La democracia no empieza con el voto, recién hay democracia cuando la distribución del ingreso comienza un proceso igualador y la participación de los sectores populares en las políticas de Estado se ponen al servicio de un proyecto nacional.
No hay democracia con un gobierno liberal, podrás guardar la formalidad de tal, pero el autoritarismo es su salida inmediata, mediata y a largo plazo.
Carlos Marin
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