El 14 de enero de 2015 publiqué
en este blog un artículo denominado “La Grieta”, haciendo un raconto histórico
político de su profundidad y de su trayectoria no siendo esta un “producto”
contemporáneo sino una constante histórica, originada por la lucha de clases en
sus distintas manifestaciones en la Argentina.
Pero si hay un día al que se lo
podría bautizar como el día de “La Grieta” ese es el 16 de Junio de 1951.
Este día se intento el primer
golpe de Estado contra el Gobierno Popular de Juan Domingo Perón, pero también
su asesinato.
Ello pergeñado, fundamentalmente,
por la Marina Guerra cuya aviación hizo su bautismo de fuego en contra del
gobierno constitucional y en contra de miles de argentinos, bombardeando la Casa
Rosada, el edificio de la CGT y la Plaza de Mayo que estaba siendo poblada por
centanares de trabajadores.
El intento de golpe impulsado por
la oligarquía nacional y los factores de poder económico, nacional e
internacional no logró su objetivo político, pero fue un fuerte llamado de
atención y EL ANTECEDENTE del golpe del 16 – si 16 – de septiembre de 1955.
Antes del bombardeo Perón se
había cruzado al Ministerio de Guerra, razón por la cual no estaba en la Casa
Rosada a la hora del bombardeo, razón por la cual no fue siquiera herido por
dicha acción terrorista.
Sin embargo más de trescientas
trabajadoras y trabajadores murieron en el bombardeo a la Plaza de Mayo y,
aproximadamente, ochocientos fueron heridos de distintas consideración, entre
esos ochocientos más de doscientos mutilados.
La escena en la zona de la Casa
Rosada, Plaza de Mayo y CGT era lo más parecido a la devastación que hoy se
puede ver en Siria, Irak o Afganistan, quizá peor, mucho peor.
Para quienes bombardearon la
histórica plaza las trabajadoras y trabajadores de nuestra patria no
importaban, al vocabulario de hoy eran “simples daños colaterales” necesarios
para cumplir una misión suprema que era derrocar al “Tirano”.
Rara tiranía!!! Una tiranía
inclusiva que despertó el odio de las clases dominantes porque ahora los
laburantes tenían un LUGAR dentro de la sociedad, como verdaderos ciudadanos y
no como meros recursos del capital.
Esas personas ahora tenían
derechos! Esos compatriotas disfrutaban de un salario digno, de vacaciones, de un
aguinaldo, de una jornada limitada, pero limitada en serio, de horas
extraordinarias, de descanso semanal y descanso diario como corresponde.
Tenían derecho a ser
representados sindicalmente con entidades gremiales fortalecidas.
La dignidad que obtuvieron
durante la “Tiranía” era tal que los patrones se indignaba diciendo: “Resulta
que ahora me mira a los ojos y me reclama derechos”
Esto fue imperdonable y la
“Tiranía” tenía que caer, porque un gobierno que distribuye la riqueza y otorga
derechos a quienes no lo tienen o tenían es una “tiranía” y aquel que hace lo
contrario es un gobierno republicano y demócrata.
Así es la concepción liberal –
capitalista de la democracia.
Este ODIO de clase se fue
concentrando cada vez más hasta que el 16 de septiembre de 1955 logró el
objetivo de derrocar al Presidente Perón.
Cuando de “Grieta” hablamos todo
esto está escondido!!! Un intento de magnicidio y golpe de Estado y,
posteriormente un golpe de estado con persecución, desapariciones y miles de
fusilamientos y encarcelamientos.
La justificación del golpe es
bastante parecida a la “pesada herencia” de cambiemos. Así Lonardi manifiesta
en su primer discurso que:
“Diez años de irresponsabilidad y corrupción nos han llevado a la situación más desastrosa de
nuestra historia económica.” “Creemos en
el sistema de la libre empresa que tanto ha contribuido al progreso de
la civilización occidental, porque no es incompatible con una sana política
económica del Estado.”
“El gravísimo error del gobierno
depuesto fue pretender la industrialización oprimiendo a los productores
rurales”. “Mientras tanto hay un déficit de 3.500.000.000 de pesos, en
conjunto, de los transportes administrados por el Estado. Este déficit es una
de las fuentes de inflación, pero no la única”. “A todo esto, el Banco
Central, convertido entonces en instrumento de una mala política,ha emitido
fuertes cantidades de dinero.”
“El país con sano instinto se daba cuenta de que esta mistificación
permanente de la propaganda encubría algo grave. Había males profundos que se
estaban ocultando a la opinión pública; mientras se aumentaban los sueldos y
salarios y el alza de precios no tardaba en devorar los aumentos. Veía y sentía
todo pero no conocía claramente los males ni sospechaba su magnitud”.
“Ahí está al descubierto la base
completamente ficticia en que se apoyaban las mejoras sociales y de que se
vanagloriaba la administración depuesta”. “….quiere decir que las mejoras de
unos se han hecho a costa del empeoramiento de otros. Así han sufrido los
ingresos de los hombres del campo, con las graves consecuencias que se han
visto…..”
“Promete al pueblo argentino el nivel de vida de los grandes países y
desconoce la necesidad de producir más, destruyendo la agricultura,
descapitalizando los transportes y sofocando la actividad económica con toda
suerte de perturbadoras intervenciones estatales”.
“Desbarataremos el absurdo aparato de
medidas intervencionistas y volveremos a tomar en nuestra manos el manejo
eficaz del recurso de la política económica”.
Todo lo que se encuentra
subrayado y en negrita es “obra” de un “servidor”. Siempre ante los procesos
populares se encuentra la palabra o el término corrupción. Esto tiene dos
sentidos.
Uno el de hacer olvidar los
logros obtenidos, presentándolos como resultado de una política sucia que de no
haber sido así, hubiese sido otra muy distinta, como la que se tiene que
imponer de ajuste y devolución de la riqueza transferida a los sectores
dominantes.
El otro sentido que tiene es
desligitimar a la política en si mismo, tratando que las trabajadoras y
trabajadores, se desanimen y desmovilicen funcionando en el mejor de los casos
dentro de la democracia formal o legitimando regímenes autoritarios.
Todo muy conocido, demasiado
conocido, actual muy actual, con la salvedad – no menor por cierto - del golpe
de Estado.
Sin embargo, esto tiene un hilo
conductor histórico – político – económico común con el gobierno de “Cambiemos”
cuya presidencia ejerce Mauricio Macri.
No, solo desde la aplicación de
las políticas concretas de ajuste y distribución regresiva del ingreso,
socavando a los sectores populares, sino desde las acciones de encubrimiento y
de distracción.
Una de ellas, la preferida del
gobierno y de los sectores dominantes es “LA CORRUPCIÓN”.
Pareciera que ello, con
complicidad de los medios hegemónicos, es lo que se puede hacer “TAPA” siempre
y cuando tenga o se pueda inferir una ligazón o una mínima ligazón con el
gobierno popular.
La vara no es la misma cuando se
trata de la corrupción de los sectores dominantes.
El escándalo de los papeles de
Panamá, conocido como #PanamaPapers, es de una dimensión imposible de mensurar
al lado de los casos Lázaro Baez – acallado por el “periodismo independiente”
porque parece ser que tiene más conexión con el actual presidente que con el anterior
gobierno – y del caso López.
El mismo tiene una repercusión
mundial inusitada – tanto La Nación. Como Clarin tiene todas las pruebas como
para mandar a Macri tras las rejas unos cuantos años -.
Los diarios más importantes del
Mundo: El New York Times; El País de España; The Guardian Británico; la misma
BBC de Londres; sorprendentemente, la CNN; el diario alemán Süddeutsche Zeitung; el francés Liberation,
entre otros manifiestan que Mauricio Macri es el político más implicado.
Habrá que imaginarse entonces lo que debe ser, cuando ya renunciaron
tres primeros ministros, un ministro de la cartera de gobierno española y David
Cameron está en la cuerda floja.
Pero esto los medios lo “naturalizan” y la mayoría de la casta política
también. Esto pretende, como decía más arriba, desmovilizar y deslegitimar la
política.
Asimismo al centrar la “noticia” en “LA CORRUPCIÓN”, pero en la
corrupción de un solo sector político se pretende además tapar las políticas
económicas (no sociales), profundizar un modelo liberal capitalista de
concentración de la riqueza y justificar la riqueza espuria con la aprobación
de una ley de blanqueo de capitales hecha a la medida de quienes evadieron,
lavaron dinero y del capital financiero.
Al decir de Alejandro Dolina: “No me preocupan los corruptos porque a
esos hay que juzgarlos y mandarlos a la cárcel” a lo que agrego: esa es toda la
discusión. “Si me preocupan las políticas que se imponen que golpean y hambrean
a los sectores populares”
A la corrupción hay que combatirla venga del sector que venga. Es una
responsabilidad social e institucional pero hay que resistir con el alma y con
la mayor militancia, sin que el árbol nos tape el bosque las políticas
liberales que pretenden concentrar la riqueza en pocas manos porque eso es la mayor
obscenidad y corrupción que tiene una sociedad.
Sino entendemos que una sociedad que tiende a concentrar la riqueza y el
capital en muy pocas manos es un sistema de por sí corrupto, porque en ese caso
la corrupción es inherente al mismo, no vamos a poder combatir la corrupción.
Está se combate con políticas de inclusión, de distribución democrática
y popular de la riqueza, se combate con decisión política. Con políticas
sociales, económicas y culturales dirigidas a los sectores populares y no a las
clases dominantes, sino no hay lucha contra la corrupción.
Excelente editorial kumpa
ResponderEliminarGracias!!!!!
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