martes, 18 de diciembre de 2012

Variable de ajuste económica vs. Herramienta de inclusión y dignidad social


12.12.201206:00
Carlos Marín
Carlos Marín
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EMPLEO

Variable de ajuste económica vs. Herramienta de inclusión y dignidad social

La recuperación que tuvo el emplo a partir de 2003 se debió al cambio de actitud del Estado en términos de proveer políticas activas y expansivas de trabajo, como así también la recuperación de las instituciones laborales y el fortalecimiento de los sindicatos
    El empleo en la Argentina a partir de la última dictadura empezó a ser una variable preocupante que, inclusive, se utilizó como estrategia para eliminar a una de las fuerzas políticas con vocación transformadora que fue y es el Peronismo.
    Es así que Martínez de Hoz le dijo a Videla en una reunión: “General: ¿Usted quiere eliminar el peronismo? Pues elimine el trabajo”.

    No en vano la demolición de la industria nacional comenzó a propiciarse, fuertemente, en la más descarnada dictadura que haya tenido la Argentina. A medida que se devastaba la industria nacional se fueron destruyendo, casi geométricamente, fuentes de trabajo.

    La década de los ´90 nos encuentra con una gran paradoja: mientras que en Mayo de 1995 llegamos a la cumbre de crecimiento del denominado plan de convertibilidad, también nos encontramos con el pico de desempleo más alto en la Argentina hasta ese momento (18,5 %).

    La crisis del 2001 nos hallará con casi el 23 %, porcentaje nunca antes alcanzado ni siquiera en la crisis de 1930. En mayo de 2003 el desempleo era del 22%; la población bajo la línea de pobreza del 54 % y el índice de indigencia del 27 %.

    Sin dudas, una de las enseñanzas que nos dejó la década del 90 fue que el crecimiento por sí solo no implica necesariamente reducir el desempleo y la pobreza. Para ello se necesita un Estado comprometido socialmente, y actores sociales fuertes y ligados estrechamente a una dinámica transformadora de la sociedad.
    La crisis del 2001 nos hallará con casi el 23 % de desocupados, porcentaje nunca antes alcanzado ni siquiera en la crisis de 1930

    Desde mayo de 2003 esos factores fueron combinándose para dar los resultados que hoy están a la luz. El índice de desocupación a octubre de 2012 fue de 7,2 % y el índice de subocupación es del 9,4 %, mientras que este último a mayo de 2003 era del 54 %.

    Para esta recuperación ha sido fundamental el cambio de actitud del Estado en términos de proveer políticas activas y expansivas de empleo, como así también la recuperación de las instituciones laborales y el fortalecimiento de los sindicatos.

    Las políticas activas que hicieron posible la recuperación del empleo, el fortalecimiento de los sindicatos y, al unísono, la recuperación de la negociación colectiva y salarial han sido y son instrumentos fundamentales para la reducción de la pobreza; de la indigencia y la inclusión social.

    Sólo mencionar que el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) era a mayo de 2003 de $ 200,00  y que a noviembre de este año el SMVyM es de $ 2.670,00 (salto de más de 1000 %) y que, mientras el salario promedio era a mayo de 2003 de $ 949,00 a septiembre de este año es de $ 6.669,00 (salto de 700 %), para cuantificar la magnitud del avance.

    Cualquiera sea el índice de inflación que tomemos (INDEC o consultoras privadas), el salario ha ganado y sigue ganando la batalla contra la inflación.
    Para esta recuperación ha sido fundamental el cambio de actitud del Estado en términos de proveer de políticas activas y expansivas de empleo

    Sin embargo aún quedan importantes combates que dar. Si bien es cierto que el mal llamado empleo “en negro” - trabajo ilegal - ha descendido entre 18 y 20 puntos desde mayo de 2003 a hoy, no es menos ciertos que aún el porcentaje es muy elevado.

    Para combatir ello se necesita: a) que el Estado Nacional prosiga con su campaña en contra de estas manifestaciones patológicas de las relaciones laborales; b) el compromiso insoslayable de la acción sindical en conjunto con el Estado; c) mayor presupuesto para acciones de inspección con incorporación de nuevos y más inspectores; d) un nuevo pacto federal que otorgue facultades concurrentes e indistintas al Ministerio de Trabajo de la Nación y autoridades locales para tener mayores recursos en la inspección del trabajo; e) el decidido combate contra las tercerizaciones (Estado y Sindicatos) y una nueva legislación que acote la posibilidad de contrataciones y subcontrataciones a situaciones excepcionales y fuera del giro común de la empresa.

    El empleo funcionó en los ´90 como disciplinador de las fuerzas sociales. Desde el 2003 a la fecha es el reaseguro para proseguir en una tarea transformadora e inclusiva de la sociedad.

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