lunes, 3 de octubre de 2011

La CGT y la Justicia.-


Texto del Comunicado de la CGT - Tema Detención de Delegados Gremiales -.

La CGT rechaza  la detención de los delegados ferroviarios y advierte que continúa la escalada contra la actividad sindical sin importar el color político de los perseguidos.

Llama poderosamente la atención con la facilidad con que la Justicia actúa sobre los dirigentes gremiales cualquiera sea su trayectoria o ideología política en un país donde los narcos, los apropiadores de bebes, los abusadores de menores, los que saquearon la Argentina, los que hacen espionaje a los vecinos, los traficantes de armas, los corruptos, los que defraudan al Estado y al Pueblo parecen tener, aún los condenados, otra consideración y otra suerte.

No podemos dejar de reiterar lo que ya remarcáramos en otras ocasiones la sospecha de que esto forma parte de una campaña tendiente a demonizar la actividad sindical para avanzar así sobre los derechos de los trabajadores.

Es importante recordar que cuando se produjo la quema de trenes en Haedo como los hechos de violencia registrados en Constitución y otros lugares, la CGT repudió los mismos y los interpretó como parte de "operativo caos" tendiente a intranquilizar a la población y desestabilizar al Gobierno Nacional.

Por ello reiteramos nuestro reclamo de libertad a todos los detenidos por su actividad gremial y que tengan por parte de la Justicia, sin perjuicio del avance de las investigaciones, el mismo trato y la misma presunción de inocencia que ostentan los poderosos en la Argentina.


Algunos Comentarios sobre el comunicado de la CGT

Es cierto que cuando un texto da para muy variados comentarios o intrepretaciones que no son las que el interlocutor quiso - cuando el mismo tiene el objeto unidireccional de comunicar una postura unívoca, es obvio que algo ha fallado en esa comunicación.

Sin embargo en estas horas se han escuchado voces, como las de Roberto Caballero- Director del Diario Tiempo Argentino -  editorial del día domingo incluida, más participación en 678 con una virulenta reacción en contra de la postura tomada con la CGT sobre la proyección que implicó la detención de algunos delegados gremiales del sector ferroviario por lo hechos acaecidos en la quema de trenes en mayo pasado.

En primer lugar si hay algo que hay que decir es que el comunicado no está dirigido o, no contiene una crítica al Gobierno Nacional, sino a la forma casi discriminatoria, con que la Justicia actúa cada vez que una causa involucra a un dirigente sindical - sin que ello implique la pretensión de evadir la responsabilidad que, como a cualquier otro ciudadano pueda caberle - respecto de otros casos resonantes.

Por ejemplo, la justicia no ha tenido la misma celeridad, ni el mismo tratamiento con el Caso Grassi y, si hacemos memoria con el Caso García Belsunce e inclusive en mucho de los casos de los represores, quienes muchas veces han sido beneficiados con arrestos domiciliarios.

Ni hablar de como ha actuado en el caso de las escuchas telefónicas. A esta desigualdad, cuyos ejemplos son muchois más que los enunciados, la "sentencia" del comunicado: "...Llama poderosamente la atención con la facilidad con que la Justicia actúa sobre los dirigentes gremiales cualquiera sea su trayectoria o ideología política...".

Para terminar de la siguiente forma:  "...Por ello reiteramos nuestro reclamo de libertad a todos los detenidos por su actividad gremial y que tengan por parte de la Justicia, sin perjuicio del avance de las investigaciones, el mismo trato y la misma presunción de inocencia que ostentan los poderosos en la Argentina...".

El reclamo está dirigido a un poder que salvo en el caso de su mayor Tribunal, no ha sufrido la debida democratización ya que en él se encuentran los resabios más recalcitrantes de la dictadura cívico - militar y su continuación "democrática noventista".

Eso es lo que viene advertir el comunicado de la CGT, no hay una crítica al gobierno en sí mismo, no hay una crítica al Poder Ejecutivo, ni se pretende endilgarle influencia en las decisiones judiciales.

Como Beinusz Szmukler  lo relata en el propio diario Tiempo Argentino del día Domingo 2 de Octubre de 2011 quien preguntado por el periodista Daniel Enzetti:  

¿Qué balance se puede hacer de la justicia en las últimas décadas, y de los juicios por delitos de lesa humanidad?

–Antes habría que explicar aspectos que hacen a la composición histórica del Poder Judicial, integrado por gente acomodaticia que fue transformándose en su composición de clase. Hace un siglo, su columna vertebral provenía de los hijos de la oligarquía, pero con la aparición del peronismo ingresa la burguesía nacional, por llamarla de alguna manera, con apellidos italianos o judíos impensados en la década del ’30, por ejemplo. Aún existen sectores que critican la modificación de la Corte que hizo Perón, pero pregunto: si el peronismo no hacía esa modificación, ¿de qué manera se podría haber desarrollado una política social e inclusiva, con fueros netamente clasistas como los que había hasta ese momento? Los golpes militares volvieron a cambiar esa integración. Aclaremos que desde la Colonia para acá, siempre la justicia fue un instrumento de la clase dominante y del poder. Y no hablo del presidente circunstancial, sino del verdadero poder, el poder económico, el poder imperial. Raúl Alfonsín perdió una oportunidad histórica de cambiar para mejor el Poder Judicial en 1984. En ese momento participé de un congreso en Rosario organizado por la Federación Argentina de Colegios de Abogados, que aprobó por unanimidad la prohibición de integrar cualquier estamento judicial a aquellos que hubieran estado implicados con la dictadura. Es decir, limpiar en serio. Y Alfonsín tomó otro camino. Además, los jueces federales siempre fueron un botín reservado a las fuerzas políticas más importantes del Congreso. Un ejemplo fue lo que hizo Leónidas Saadi como presidente de la Comisión de Acuerdos en la década del ochenta.
–¿Y durante el kirchnerismo?
–El mejoramiento real vino en este último período, a partir de una decisión política. La renovación de la Corte Suprema es una expresión clara de esa decisión por tratar de construir una justicia diferente. Lamentablemente, ese proceso tiene muchas debilidades, como por ejemplo la casi llegada a la justicia federal de Juan Carlos Nacul. Pero hay otros casos, como el de Otilio Romano. ¿Cómo es posible que Romano, Luis Miret o Julio Petra hayan sido jueces después de casi tres décadas de democracia?
–Otro ejemplo es Juan Martín Romero Victorica.
–En un área como Casación, donde a partir de la designación de nuevos magistrados, por suerte, cambiará la cara. La mayoría de ese tribunal, ideológica y políticamente, constituye una traba para la justicia. Volviendo a la decisión política que tuvo este gobierno al renovar la Corte, reconozco que son medidas que, para tomarlas, hay que sentirse con fuerza. Insisto: la justicia es un sector que tiene lazos afianzados con los poderes reales y permanentes. Y los medios. Supongamos que mañana se conoce un proyecto para limpiar Casación, la justicia civil, la justicia comercial. ¿Qué dirían los grandes diarios al día siguiente?
–Harían referencia a la intromisión del Ejecutivo, a un atentado contra la independencia de poderes…
–Y no irían al fondo, que en realidad persigue y busca un mejoramiento integral, para que los derechos en distintos ámbitos sean realmente reconocidos como corresponde. 

Ello implica, claramente, que se hace necesaria la democratización de un poder que tiene en sus manos la Justicia en democracia, pero que en términos ideológicos jurídicos no se maneja muy diferente - claro con matices - que en la época de la dictadura.

Ese accionar, que no es homogéneo, pero si predominante, se patentiza aún más cuando quien está involucrado tiene la calidad de dirigente sindical, cualquiera sea el color politico o su posición frente al gobierno.

No se pretende una desigualdad ante la ley, sino el mismo tratamiento que para cualquier otro ciudadano. 

El Poder Judical es aún poder, más allá de la heterogeinidad, coptado por el Poder Económico - Oligárquico de este país. El Poder Político aún - salvo el caso de la Corte Suprema - no ha podido incursionar y hacer una reforma democrática y que sus jueces sustenten, mayoritariamente, tales valores.

Ejemplo palmario de ello es que una de las leyes que más debate tuvo y cuya legitimidad democrática no se puede objetar, como lo es la ley de medios, aún no se puede aplicar en forma efectiva y ello sólo es posible con esa coptación del Poder Judicial.

Es en ese sentido es que se encuentra dirigido el comuncado del Movimiento Obrero:

No se dirige a eximir de responsabilidades a aquellos que puedan resultar responsables de delitos tales como la adulteración de medicamentos, asesinatos o quema de vagones.

Mucho menos se dirige a criticar al Gobierno Nacional; esa pretensión rosa la canallada.

Se dirige a llamar la atención sobre que el Poder Económico, con su aliado el Poder Judicial, maniobra en los casos en que se ve involucrado el sindicalismo para demonizarlo y, tal como expresa el comunicado: "avanzar así, posteriormente, sobre los derechos de los trabajadores".

Por eso "...sin perjuicio del avance de las investigaciones...", los trabajadores y los dirigentes sindicales deben tener "...el mismo trato y la misma presunción de inocencia que ostentan los poderosos en la Argentina...".

Carlos Luis Robinson Marin
Asersor Sindical
Docente Universitario.




1 comentario:

  1. No me suena demasiado bien eso del "mismo trato que a los poderosos" cuando se relata la historia de un poder que se ha especializado en cuidar los intereses de los poderosos. Esa igualdad de trato suena a impunidad, no a justicia.
    Todavía no está probado si Zanola, Pedraza, Venegas o Sobrero son culpables, aunque la gravedad de las imputaciones es mucha. Coincido mucho con eso de no demonizar la actividad sindical y el perjuicio que acarrearía a los trabajadores, pero algunas reacciones corporativas como esta pueden tener el mismo resultado.

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