lunes, 16 de mayo de 2011

La Presidenta y los Sindicatos

Asistimos el jueves pasado, quizá al discurso más “interpretado” de los que la Presidenta Cristina Fernández ha realizado desde que asumió su Presidencia.

Se sucedieron distintas exégesis al respecto: Que la Presidenta está cansada; que no puede más; que está siendo apretada por sectores internos; que ha puestos los puntos en la “ies” como debían ser; que no se presenta a la reelección; que por el contrario se presenta y a reafirmado su liderazgo; que ha mandado un mensaje claro de quien manda y quien tiene los votos, etc; etc; etc;.

Sin embargo lo que más ruido ha hecho es la mención a los sindicatos y de la posible “extorsión” que estos estarían llevando adelante en el seno de la “interna” del kirchnerismo.

Lo primero que hay que decir es que es imposible sacar conclusiones claras si se lo escucha solamente una vez, porque quizá las frases que más retumben e impacten – de acuerdo a nuestra propia subjetividad – nos repiquen en la memoria fuera de contexto.

La Presidenta ha atacado al sindicalismo un su discurso? Ha atacado a la CGT?. Ha embestido contra el “Cuco Moyano”? Se quiere sacar de enciama el “lastre” sindical?

No nos confundamos! La respuesta es lisa y llanamente no!

Si bien quizá creo, con alguna exageración, respecto de que ha sido el Gobierno que más ha hecho en contra de la explotación de los trabajadores, aún reconociendo la titánica labor en el ámbito del mundo del trabajo - la etapa no supera al período 1945 – 1955 en ese aspecto – ha expuesto en clave casi académica lo que significa la defensa de la “Clase”, entendiendo a esta como la clase trabajadora.

En ese sentido ha puesto por encima los intereses de clase, por sobre los intereses de sectores específicos.

Quiere decir esto que tal cuestión oblitera, obstruye y/o se opone a la dinámica conflicto – negociación sectorial?  No muy, por el contrario se ha marcado la importancia y recuperación de la negociación colectiva y salarial y, la dinámica del conflicto es inherente a ellos.

Sin embargo, ha apelado a cierta racionalidad para que lo sectorial no supere los intereses del conjunto de los trabajadores. Esto no quiere decir que en algunos momentos los trabajadores de determinados servicios no puedan ejercer medidas de fuerza, pero sí, como, porque y cuando llevarlas a cabo.

Esta claro que si aerolíneas fue recuperada como línea de bandera la recategorización de seis trabajadores no puede ser motivo de paralizar el trasnporte aéreo.

Distinto sería si los trabajadores no cobraran sus salarios y/o no se cumplieran con las mínimas condiciones de trabajo.

Está claro que si “leiv motiv” del conflicto termina siendo el aporte a la mutual del sindicato o la contribución solidaria al gremio, la respuesta no puede ser el bloqueo de las refinerías durante más de 20 días – todo ello sin hacer especulaciones sobre si tal o cual dirigente sindical juega, políticamente, con tal o cual dirigente de distinta concepción  política-  

Asimismo, no es coherente que los docentes que más cobran – con todo el respecto que merece la actividad docente – se descuelguen con un pedido del 50 % y, que habiéndoseles ofrecido el 25 %, - pauta salarial que, porcentaje en más, porcentaje en menos se encuentran firmando todos los gremios – no sólo se recurra a la paralización de las clases educativas, sino que además se bloqueen las refinerías y distribuidoras de combustible.

Por eso en un pasaje de su discurso la Presidenta manifiesta que: cuidado con la irracionalidad de las medidas porque ellas atentan en contra de la propia dinámica sindical, atentan contra la imagen de los dirigentes y los sindicatos.

Quiere poner en jaque al sindicalismo? No, muy por el contario pretende que se fortalezca y, asuma con madurez el hecho de ser la columna vertebral del Movimiento Nacional y Popular.

En esa dirección va su frase: “ Necesitamos un movimiento sindical unido y organizado en nuestro país”

La apelación a la Unión y a la Solidaridad de la clase trabajadora – como lo ha hecho la Presidenta - a través de la herramienta sindical propone un sindicalismo fuerte y convencido de la defensa de los trabajadores como clase fundamental del proyecto nacional y popular.

La Presidenta no impugna a “Moyano”; no impugna a la CGT; no impugna el conflicto; no impugna las medidas de fuerza. Es más no impugna la participación de los trabajadores en política.

La Presidenta de todos los Argentinos ha impugnado ciertas prácticas que no tienen proporcionalidad con el reclamo y que como tal se presentan “extorsivas” no sola hacia su investidura, sino para la sociedad en su conjunto - conjunto que en su mayoría está compuesto por trabajadores.

Pero además que bien pensadas terminan siendo contraproducentes inclusive para el propio sector.

Es cierto, con su discurso la Presidenta impone por un lado su autoridad sin ningún lugar a dudas – ¡ La Jefa soy Yo ! -, sin embargo no es la primera vez que Cristina Fernandez de Kirchner apela a la madurez de los actores sociales, previo al discurso de este Jueves en José C. Paz, ya había llamado al diálogo social.

Ese llamado implica una clara vocación democrática cuando la Presidenta se encuentra en un claro estadío de fortaleza y consenso social.

En definitiva, la Presidenta quiere un Movimiento Obrero Unido, Solidario, Fuerte  y Consolidado que mantenga la “estructura ósea” del Movimiento Nacional y Popular estable y su “Cabeza” erguida, para su profundización.

Profundización que implica elevar los standares democráticos teniendo como eje la clase trabajadora y para ello se necesita su participación organizada.

Como consecuencia de ello la participación de los trabajadores en la política argentina es indefectible, el camino hacia ello necesita de una relación madura. De esa ecuación depende la profundización de un modelo, que se va moldeando día a día, construyendo día a día para consolidar sus cimientos.

Esa consolidación es imposible sin la hoy Lider y conductora del Movimiento, pero también es imposible sin los trabajadores y su herramienta organizativa: El Sindicato.

Por eso la Presidenta aludió a la necesidad de un Movimiento Sindical Unido, Solidario, Fuerte  y Consolidado que acompañe, más allá de los intereses sectoriales al proyecto que más ha contribuido al bienestar de los trabajadores y que todavía tiene mucho para dar.

No nos confundamos, las palabras de la Presidenta no han ido en contra del sindicalismo; no han ido en contra del Moyano; no han ido en contra de la CGT; no han sido palabras de confrontación con el sindicalismo argentino.

Por el contrario han sido en su favor! Por supuesto haciendo la proyección política de tales palabras en términos de CLASE!

El discurso ha sido un llamado para el que “quiera oir que oiga” de: en dónde se encuentra el rumbo de una sociedad mejor y cual es el rol de los trabajadores en esa construcción, construcción que los quiere protaganistas en todo sentido en una “discusión” madura y democrática


Carlos Luis Robinson Marin
Especialista en Derecho Sindical

3 comentarios:

  1. usté lo avisó en el posteo anterior ya compañero...

    Deconstruir el concepto de sindicalismo en nuestra sociedad, es sólo algo que ella se puede proponer.

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  2. Muy claro, amigo. Creo que a esta altura, y luego de pasadas las primeras horas de incertidumbres, todo es más entendible.
    Coincido con tus observaciones.

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  3. Yo no estoy de acuerdo,no tengamos temores por los dichos de Cristina,dijo lo que dijo,le dijo a Moyano que no presione (veniamos de una semana de paro de transportes de combustibles) ese sector es de el,Afsa de Aerolineas es de el tambien todo un fin de semana con paro,mas lo petroleros de De Narvaez,mas los de Barrionuevo,etc..Por que temer de los dichos de Cristina,si ellos no saben hacer politica,saben de presion,de prepoteo,son como son y no los critico,simplemente son asi...hoy estan apoyando y mañana no.Sed de poder inconmensurable,no le importa nada.Ademas si quieren lugares en listas que hagan politica de verdad,no la gremial solamente.

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